La CE recorta la cuota de capturas españolas en aguas comunitarias
El Consejo de Ministros de Pesca de la Comunidad Europea (CE), después de dos días y una noche entera de negociación en Bruselas alcanzó a las siete de la mañana de ayer un acuerdo que supone recorte en las capturas dentro de aguas de la CE. La rebaja afectara sustancialmente a las capturas de merluza, bacalao y chicharro.
La flota pesquera española resultará perjudicada en las cuotas adjudicadas de merluza (-14,6%), chicharro (-6,9%) y bacalao en las islas Svalbard (-55%).El acuerdo se adoptó con los votos en contra de España, Dinamarca e Irlanda, países que por sí solos no constituyen minoría de bloqueo. A pesar del fuerte recorte de algunas de las cuotas y de la oposición del ministro Carlos Romero, el secretario general de Pesca, José Loira, declaró sentirse satisfecho porque "es un acuerdo equilibrado y se ha logrado mejorar la propuesta", todavía más dura, de la Comisión Europea. Sin embargo, nuestro país no se ve reconocido en su papel de primera potencia pesquera de la CE, pues la cuota total de sus capturas no representa más que el 8,4% del total comunitario.
Todos los países con intereses pesqueros fuertes expresaron su oposición a la fuerte reducción propuesta por los expertos comunitarios, justificada en la necesidad de frenar la esquilmación de los bancos de pesca. Por eso, el acuerdo sobre el total de capturas admisibles (TAC) refleja la voluntad de todos los países de minimizar los desperfectos con respecto a la intención de la Comisión Europea.
La flota pesquera española verá reducidas sus capturas de merluza en aguas comunitarias no nacionales a 16.870 toneladas, frente a las 18.750 del pasado año. España continúa teniendo garantizado un 30% del total, pero el fin del período transitorio de tres años le sitúa en una situación de desventaja, al perder la cantidad mínima garantizada de 18.000 toneladas de merluza en esas zonas de la Comunidad.
Las capturas en las zonas del Cantábrico y del Atlántico peninsular (incluida la costa portuguesa) bajan también de 16.000 a 12.800 toneladas. El recorte global asciende a 5.080 toneladas, un 14,6% del total. Según fuentes del sector, el acuerdo introduce la amenaza de reavivar en los armadores españoles el conflicto de la merluza, que cobró especial virulencia durante las negociaciones para la adhesión.
En cuanto al chicharro, la cuota española pasa de 75.750 toneladas en 1987 a 70.490 este año, con una reducción del 6,9% El recorte porcentual más fuerte se produce en la cuota de bacalao en las islas Svalbard, donde la flota española estaba autoriza da a pescar 10.900 toneladas que se ven reducidas a 5.995. Las capturas globales comunitarias se ven también rebajadas de 21.000 a 10.900 toneladas, pero nuesto país es el que más ha perdido en el cambio.
España obtuvo como premio que no prosperaran las leves reducciones propuestas para el rape -se mantienen las 13.050 toneladas de 1987-. Tampoco habrá variaciones en las capturas de gallo, cigala, caballa, merlín, abadejo y anchoa. En este último caso el 90% de la pesca se obtiene en aguas españolas.
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